Las 5 modificaciones de motocicleta que debes evitar para proteger tu vida

A algunos amantes de las motocicletas les ha pasado por la cabeza la idea de realizar modificaciones a su vehículo. Sin embargo, de manera inconsciente pueden estar haciendo cambios que atentan contra la seguridad propia y de los demás actores en la vía.

  1. ¡Los retrovisores son indispensables, no los remuevas!

De las modificaciones que sufren las motocicletas, esta es la más frecuente y la más peligrosa. Los que la realizan argumentan que la motocicleta se ve más atractiva, como si estos espejos fueran un accesorio y no una parte indispensable del vehículo que ha sido diseñado con esmero por los ingenieros. Los retrovisores amplían considerablemente el campo de visión y removerlos significa no ver con claridad el entorno ni a los demás actores viales.

  1. ¡Con las luces no te metas! Las que trae tu motocicleta son perfectas

Las luces de la motocicleta también suelen ser blanco frecuente de modificaciones. Algunos cambian el color, alteran la intensidad o remueven la cobertura de las farolas.

¿Por qué estos cambios son contraproducentes? Aplicar un filtro de color sobre la luz disminuye la potencia de la iluminación, reduce el rango de visión y el tiempo de reacción también se ve afectado.

Lo contrario pasa con las luces HID: si bien se les conoce por su alta intensidad y rango de iluminación, encandilan a los demás actores de la vía con su fuerte destello. Es importante ver por dónde se transita, pero también es importante ser visto sin problemas.

La falsa creencia de remover la cobertura de la farola para aumentar la intensidad de la iluminación también juega en contra de la seguridad vial. Esta cobertura tiene la función de dispersar correctamente la luz y matizar el brillo para quien recibe el destello, así que no es recomendable removerla.

  1. Sin exosto te haces notar… ¡Pero por la contaminación que generas!

El tubo de escape de la motocicleta es una de las modificaciones que en ocasiones hacen algunos motociclistas., Es común que los conductores remuevan el silenciador pues encuentran atractivo el fuerte estruendo que produce el vehículo. Se sienten orgullosos de llamar la atención en la vía. Y lo logran, pero por el efecto de contaminación auditiva.

Por otro lado, el mofle se reemplaza por uno de mayor capacidad que mejore la respuesta del motor. Como consecuencia del aumento en la potencia, se da el aumento del ruido provocado. Sin embargo, el resultado no es distinto: molestia para el resto de actores viales.

  1. Déjales las llantas pisteras a los pilotos de carreras

Algunos conductores se apasionan por las motocicletas de carreras  o por la velocidad y buscan igualar su motocicleta de calle con una de carreras, cambiando el tipo de llantas originales con llantas pisteras con las que pretenden ganar velocidad en lugares inadecuados como la vía pública.

La finalidad de estas llantas es aumentar la velocidad y el agarre, pero están hechas de un material adecuado para la pista de carreras y no para el asfalto común. En el asfalto común enfrentan problemas de adherencia al tener las estrías menos profundas y bajo la lluvia pierden la capacidad de filtrar el agua.

  1. Buscas velocidad, pero encuentras problemas…

Son muchas las modificaciones que existen para aumentar la velocidad del vehículo, lo cual parece innecesario si se tienen en cuenta los límites de velocidad que imparte el Código Nacional de Tránsito y que casi cualquier motocicleta puede lograr sin problema alguno.

Las modificaciones más frecuentes en cuanto al aumento de la velocidad son:

Cambiar los filtros de aire para generar una mayor combustión y velocidad.

Modificar los kits de arrastre, reduciendo el número de dientes del piñón para ganar potencia.

Aumentar la relación entre el pistón y el cilindro, adaptando un kit de arrastre de una motocicleta de mayor cilindraje a una de menor.

La próxima vez que pienses en realizar una modificación a tu vehículo piensa en cómo tu seguridad y la de los demás debe estar por encima de los gustos personales. Salva tu vida y la de los otros.